Bajo mi punto de vista, cuando hablamos de educación no
estamos hablando de meros contenidos ni de formación de cara a nuestra
incursión en el mundo laboral…
Para mí el sentido y la esencia de la educación encierran un
sentido mucho más profundo y vital para el desarrollo de todos y cada uno de
nosotros, para mí el fin de la educación no es otro que descubrirnos a nosotros
mismos, y en mi opinión, descubrirnos a nosotros mismos es la clave para ser
realmente libres.
Cuando era pequeño me inculcaron que debía recibir una buena
educación para aspirar a un gran trabajo, un gran sueldo, en definitiva lo que denominan
una gran vida, pero con el paso del tiempo mi concepción sobre el propósito de
la educación ha cambiado; cuando me siento conmigo mismo y me preguntó porqué y
para qué quiero educarme solo pienso en una cosa, en volver a sentirme libre, libre
de cargas culturales, de ideas preconcebidas, de prejuicios, de necesidades
creadas… solo pienso en volver a ser niño.
Nos educan para aspirar a lo mejor, para competir, para conseguir
ese ideal de vida que tan bien nos venden en anuncios, nos colocan en la
parrilla de salida y nosotros nos dedicamos a correr sin plantearnos hacia donde
nos dirigimos. Este es sin duda el propósito de “su” educación.
Estamos tan bien educados por este sistema que incluso hemos
olvidado cual era el verdadero fin de la educación, ser los guionistas de
nuestra propia historia, fijar nuestras metas y encontrar nuestro camino,
porque todos y cada uno de nosotros somos únicos y diferentes y nuestras
aspiraciones también lo son.
Por esta razón considero tan importante la educación, porque
creo que es la única forma de acabar con las desigualdades y las injusticias
con las que convivimos día a día, la única forma de acabar con un sistema de
vencedores y vencidos que impide que evolucionemos y que corta nuestras alas
para evitar que volemos en libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario