Hoy quiero contarles que...
Invirtiendo la pirámide, prefiero las artes y las
letras a las ciencias puras. No me interesa tanto qué componentes tiene el
mundo que conozco ni qué cálculo integral deriva de no sé qué problema que no
entiendo. Me gusta tener la posibilidad de generar diferentes mecanismos para
responder a esas preguntas respecto al mundo que quiero conocer, crear y
mejorar.
imagen vía: http://goo.gl/eBk6is
Este planteamiento no encaja del todo en el
estructurado y casi rígido trazado educativo escolar actual que avanza lentamente
entre presiones políticas que a nadie benefician y calificaciones condenatorias
que muestran todo lo que, como estudiantes, somos capaces de memorizar.
Como educadora social tengo más flexibilidad en la
metodología y en los contenidos y me encanta.
Esta versatilidad me ofrece llevar a cabo una
educación encuadrada en el marco de la creatividad social y aquí se encuentra
mi propósito educativo. Elijo formar individuos creativos, ya que, en mi
opinión, la imaginación te permite viajar, te muevas o no del pupitre, y
extraer experiencias de cada estímulo, ya sea, una sesión de risoterapia, un
paseo en barca o una clase de historia.
La creatividad brota de ambientes adaptables,
flexibles, que acompañados de una reflexión activa, favorecen el abordamiento
de problemas de manera más abierta, donde el hiper-perfeccionismo que nos rodea
se ve eclipsado por un espacio errático en el que equivocarse es una
oportunidad más de aprender y, así, educar, al fin y al cabo. Con
esto, promovemos una acción y actitud social más independiente en pro del
empoderamiento y el desarrollo de las propias aptitudes a través de la
cooperación entre el individuo y los agentes educativos, llevando a cabo una
evolución.
Por ello, pretendo que todos mis educandos
desarrollen sus propios métodos de aprendizaje a través de sí mismos para
satisfacer sus propios intereses. Ser una persona creativa no es sólo pintar
cuadros, escribir poesía o idear coreografías para un grupo de bailarines…
Ejemplifico mi teoría con una actividad realizada
este mismo sábado 26 de Octubre, en la
Plaza de Pontejos (Madrid): La revolución de las agujas.
- Una plaza
- Un objetivo: Promover una revolución sostenible
- Tres work-shops
- Tres talleres de costura abiertos
- Todos los participantes que pasaran por allí.
- La experiencia de todos los participantes.
¿Educativo? ¡Claro! ¿Creativo? ¡Por supuesto! ¿Viable?
Todo es posible.
Idílica quimera la mía, ¿verdad? Mejor vivir en lo de
siempre, ya saben…
¡Aprende inglés con el ejercicio número infinito del
Workbook! ¡La flauta dulce desarrollará tu habilidad musical con el “Himno de
la alegría”! ¡Colorea dentro de la línea! ¡La práctica sobre las instituciones
socio-educativas para el martes! ¡No copiéis, reflexionad mientras yo dicto! Y
todas esas cosas.
;)
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